LAPICEROS MECÁNICOS

 

En la entrada anterior se revisaron los Portaminas, que tienen como característica el ser todos de pulsación - aunque puedan actuarse “por giro” – con una pínula y, a lo sumo, un mecanismo de propulsión (“propels only”).

Pero la geometría nos ofrece también al Helicoide o Hélice (frecuentemente mal llamada – incluso por los mismos comerciales de las marcas – como “Espiral”). Arquímedes ya la usó para bomba hidráulica. Lo son las roscas, los muelles, las brocas y taladros, las hélices de aviones, barcos y ventiladores, etc.

Su ventaja es que si girando en un sentido avanza, en el contrario retrocede. Y así pueden ofrecer la retracción de la mina (“propel-repel”).

Su comienzo es impreciso, la primera patente reconocida es la de Sampson Mordan de 1822, que solo propulsaba la mina.


Y competía con los portaminas de mina movible, y de ambos hay numerosos ejemplares a finales del s.XIX siendo ya por entonces muy populares, pues el usar grafito era inmediato, mientras que para escribir con tinta “había que ponerse”, acercándose a una mesa con escribanía, abriendo los tinteros, y mojando la plumilla con la que se escribía bonito, pero mucho más despacio, ¡si no soltaba un borrón! Incluso después, durante la “época dorada” de la estilográfica, el uso de la pluma fue mucho menor en “veces al día” que el del grafito, fuera cual fuera su soporte. Además, los precios ayudaban en este sentido, pues los portaminas/lapiceros mecánicos costaban de dos a tres veces menos y, por tanto, se fabricaron tantas veces más.

No fue hasta la llegada del bolígrafo que se le arrebató su hegemonía.

El comienzo “práctico” lo realizó Tohuyi Hayakawa, patentando en 1912 un mecanismo simple que llamó “Ever-sharp”, donde el interior del cuerpo lleva una rosca, y entre dos guías un deslizador con dientes de rosca mueve la varilla empujadora de la mina.

WAHL, una compañía de máquinas de sumar, compró la patente en 1914, y así el modelo metálico-tubular (obligado por la rosca) acabado en un largo cono, y actuado girando una contera en “corona”, se hizo tremendamente popular, entre otras cosas porque el clip iba muy bajo en el cuerpo, haciendo ostentosamente patente al instrumento en cualquier bolsillo (salvo para los militares, ver 2º ejemplar).

Para evitar tanto metal y peso, Wahl-Eversharp adquirió una empresa de ebonita (pese a que la tendencia ya iba hacia el celuloide), y en 1923 produjo ebonitas coloreadas, primero cambiando solo el cuerpo, y posteriormente todo el diseño.

Pero el lapicero se atascaba, y era solo de propulsión. Parker y Sheaffer’s tenían ya desde 1921 mecanismos de retracción y expulsión. Finalmente adoptaron en 1929 el celuloide (“Pyrolin”®), y pudieron crear parejas a juego con sus bellísimas estilográficas Art Decó (Personal Point, Equipoised y Doric) del momento:

DORIC II y EQUIPOISED

Pero perdían ventas, y desde 1936 produjeron portaminas con recarga automática (que Parker copió) como sus “Skyline”, y ya no tuvieron más lapiceros mecánicos.



SCRIPTO, un líder en los lápices mecánicos económicos, empezó en Atlanta (Georgia, USA) como la M.A. Ferst Company, cambiando su nombre a “Scripto” (“escribo”, en Latín) en 1924, produciendo ingentes cantidades de modelos baratos de lápices mecánicos. Tras 50 años, en 1974 se unió a la japonesa Tokai-Seiki para vender encendedores desechables. En 1984 la japonesa se convirtió en la Corporación Tokai, y compró a Scripto. En 1988 se reorganizaron en Scripto-Tokai, mudaron la sede a California, la fábrica a Tijuana (Méjico), y cerraron la producción de lápices.

Su modelo más conocido (“The Long Lead Pencil”, 10¢ en 1960), producido en todos los colores, no siempre transparentes, muestran la hélice interna que actúa un mecanismo de extracción-retracción súper-simple (aunque no muy resistente) actuado girando el terminal metálico que porta la goma de borrar y sujeta el clip.

El clip, el terminal metálico, la puntera y la hélice interna variaron:

Hemos dicho del mecanismo simple y frágil de Scripto. Veámoslo desmontado, porque es muy intuitivo:

A = Cuerpo con la rosca interna, boquilla inserta en molde.

B = Clip con unas alas que abrazan una escotadura del cuerpo.

C = Terminal que entra a fricción en el cuerpo sujetando al clip, y porta una goma de borrar.

D = Guía tubular abierta, remachada al terminal “C”, y que gira con él.

E = Tuerca que rosca dentro del cuerpo plástico y resbala por la guía “D”, que la fuerza a girar con ella, y así avanzar o retroceder en el cuerpo.

F = Sujeta-mina que monta abrazando el extremo redondo de “E”. Su rigidez es mínima.

G = Mina.

SKILCRAFT se crea en 1952 desde la anterior “National Industries for the Blind” (Industrias Nacionales para los Ciegos), que era un “Proveedor preferido” del Gobierno USA. Cuando Scripto cierra la producción de lapiceros mecánicos en 1988, parece que tuvieron a bien reasumirla ellos (sobre todo porque muchas de las patentes originales llevaban ya expiradas desde 1969), como vemos con el siguiente ejemplar:



CROSS empezó en 1846 fabricando fundas decoradas para lápices, en 1869 sus primeros portaminas de minas móviles, y en 1879 fabricando estilógrafos. En los años ‘70s su modelo “Century”, con garantía mecánica de por vida, inició un movimiento ciudadano global que casi obligaba a que cualquiera que quisiera mostrar que era – o aparentaba ser – un triunfador, debía mostrar ostensiblemente al menos uno en el bolsillo de su camisa.

Los terminales negros son los de menor nivel, subiendo según éstos tengan una banda negra ancha o fina, que también indica los quilates del oro del recubrimiento.

Por supuesto, Cross tiene otros muchos modelos, pero ninguno tan icónico.


PARKER aparece siempre que se hable de escritura, con excelente calidad y un gran catálogo. En los lápices mecánicos empezó con sus “Duofold”, que de un primer estilo Sheaffer’s-Eversharp cambió a un diseño ya propio con las Geometric (llamadas “Toothbrush”, cepillo de dientes), y al tener poca demanda se cambió al celuloide lineado de las “Duovac” (Duofold-Vacumatic):

Y ya lo mantuvo durante toda su saga (hasta 1948), apenas variando al llegar al clásico “Vacumatic”, y evolucionándolo al “61”, ambos de lo mejorcito de su clase.

Con las Vacumatic variaron de colores, además de tamaños: Oversize, Senior, Standard y Slender.

A partir de ahí los modelos acompañaron a las variadas nuevas plumas, sin poder hablar ya de “un” lápiz-tipo. Así, tenemos por ejemplo un “Classic”, que inicialmente ni tuvo pluma, y que parece un “Jotter” de gala, con un pulsador ficticio:

Al producir Parker-Newcastle su Duofold Centenial, tenía de acompañamiento unos nuevos bolígrafo y lápiz mecánico basados en el original arriba mostrado.



PAPER MATE empezó al inventar la primera tinta útil y práctica de bolígrafo en 1950, y es por ellos por lo que es mundialmente famoso. Sin embargo, produce todos los sistemas de escritura.



FABER-CASTELL es el “Matusalén” de esta entrada, ya que empezó manipulando grafito allá por 1761, y tiene numerosos lapiceros mecánicos. El más notable de los últimos tiempos es el “e-Motion”, con un diseño ahusado y un grosor de mina propio (1,4 mm).

El modelo mostrado es el inicial, con centro en madera de peral y extremos en plástico negro, que marcó el estilo. Si se imaginan cualquier variante posterior de materiales y colores, es probable que exista y haya subido de precio.

Dentro de su catálogo de lujo (Graf von Faber-Castell), tiene la Línea Clásica, aquí en madera de Pernanbuco, y la muy similar Línea Guilloché en resina, a mitad de precio.



Pero por lujo, la inglesa YARD-O-LED ocupa un lugar preeminente, con sus unidades numeradas de plata esterlina repujada a mano. Fue fundada en 1934 por el inmigrante alemán Ludwig Brenner, y como curiosidad, el nombre le vino por ofrecer en sus comicios una reserva de 12 minas de 3 pulgadas, que en inglés fue “a yard of leads”. Empezaron con el “Diplomat”, pero aparte de sus otros muchos portaminas, tienen todos los sistemas de escritura, altamente deseados.



FYNE-POYNT es el nombre poco conocido de los lápiceros mecánicos de Mabie, Todd & Co. (“Swan”), y como las estilográficas, son de excelente calidad. El siguiente de 1949 es, tal vez, el más conocido de sus escasos modelos:




BALLOGRAF es una empresa sueca fundada en 1945 por el austríaco Eugen Spitzer tras emigrar allí durante la II Guerra, y empezar con un pequeño taller en su garaje, que rápidamente creció hasta convertirse en el mayor productor de Escandinavia, gracias a introducir un bolígrafo (el 2º de Europa tras nuestro “RegiaContinua”) con tinta documental. Desde 1960 su modelo estrella es el “Epoca”, que tiene todas las variantes y colores imaginables a imbatible calidad/precio. En el “top” está el Epoca Chrome, que tiene su equivalente lápiz mecánico.




Los COMBOs, uniones de estilográfica y lápiz (tienen entrada propia), son lapiceros mecánicos de pleno derecho, aunque por la necesidad de mantener su tamaño en lo lógico, deban conformarse con una mina muy corta.



SHEAFFER’S fue un gigante en cantidades, modelos y desarrollos, y desde el principio apostó por los lapiceros mecánicos frente a los portaminas, siempre con una calidad insuperable.

En sus propios manuales de reparación, admite que éstos apenas tienen otro problema que algún atasco esporádico por el polvillo del grafito, e indica a los reparadores que no gasten su dinero en tener repuestos que difícilmente necesitarán y que siempre podrán pedir a fábrica. Toda una declaración.

Nota: menos justamente al empezar su andadura, cuando se utilizó la soldadura y, al caerse un lápiz, ésta se partía. Rápidamente rediseñaron sin soldaduras, y ofrecieron a los clientes cambiarles sus ejemplares, estuvieran rotos o no. Es dificilísimo encontrar uno de los primitivos, lógicamente.

Su modelo inicial a mediados de los años ‘20s era con la forma “estándar” cilindro-cónica de los Wahl-Eversharp, con una corona menos llamativa (que llamaron “de campana”), y un mecanismo de propulsión-retracción-expulsión. Si era en “Radite®” (un celuloide), tuvo los colores negro, su famoso verde jaspeado, o el perla-negro (en 3 tamaños y modelo “señora", más el “Golf”), aunque también tuvo modelos metálicos.

Con el desarrollo del modelo ahusado “Balance” (1928) llegaron a la excelencia, manteniéndola muchos años (hasta las PFM y Targas):

Y desde siempre, a cada modelo de pluma, se le dio un lápiz a juego:

Un detalle curioso en estos juegos es la comparación de peso entre el lápiz y la pluma. Normalmente, la pluma es entre un 5% y un 50% más ligera, por razón del mecanismo del lápiz (salvo en snorkels y Targas).

Un modelo aparte de Sheaffer’s (sin estilográfica) fue el UTILITY, que en monocolor costaba $1.00 y en versión UTILITY DELUXE, $1.50 (mostrado). Tuvo una rara versión gemela de pulsación. Aparece muy poco por Europa.



 “Fondo de saco

Con la gran demanda, hubo quienes produjeron sin registrar marca, puede que por ser mínimos y a nivel local, o para evadir impuestos. Pero debían copiar sus productos, como este negro muy parecido al “ALFA” en ebonita jaspeada y con anillos. El ponerle un clip cutre y ahorrar latón en la puntera no le camufla mucho.


Ya hemos visto que Wahl-Eversharp fue líder unos años, y lógicamente marcó la tendencia, más en un entorno muy dado a la copia. Vemos que BONUS tuvo éste ligeramente distinto, acabado en latón simple (sin platear ni dorar), y con la actuación girando la puntera en vez de la corona de contera.


A.M. DOUBLAN simplemente ahusó una copia por otro lado descarada, pero que así disimulaba bien.


De DAMA: A las mujeres siempre se las ha ofrecido (probablemente sin antes preguntarlas) cosas delicadas y minúsculas, empezando por los relojes, y en el tema de lápices mecánicos, igual. Siempre sin clip, se les dotaba la mayoría de lasveces de un anillo para añadir un bordón, o colgarlo de una cadenilla. Vemos aquí un JiF 311Z francés, en acabado “Silvrix” (un triple plateado):

Los mínimos entre los minúsculos fueron los llamados “de Baile”, que es cierto que solo se les requería para apuntar un nombre de pareja en la secuencia de las piezas por venir, y que si en el fragor de la danza éste se perdía, la chica podía pedir el de otra de sus acompañantes. De ahí la mínima calidad del siguiente japonés en chapa arrollada, por otro lado finamente grabada, que se muestra comparado con una pluma Parker 51:


Actualmente, los plásticos y el consumo nos llevan a ofrecer lo que incluso Mies Van der Rohe, con su movimiento del “Menos es Más”, desaprobaría. Pero es barato, es ligero y tiene mucha mina dentro.


Luxurius: Aligerar y simplificar son dos cosas muy difíciles, y lo contrario muy fácil. Sin embargo, el mundo del lujo peca en ello a base de anillos y tapas fundidos en oro, insertos de diamantes u otras gemas y tamaños “oversize”. Cómodos no suelen ser, pero ostentosos, mucho.


Por último, se aprovechó el mango de un opisómetro (curvímetro medidor de distancias en mapas a diversas escalas) para, ya que estaba, que le sirviera al usuario para apuntar las medidas.


Quedan aún dos grupos de lapiceros mecánicos, que veremos siguientes entradas.

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