En principio hubo el tizne, y el hombre primitivo lo
restregó con sus manos por las paredes de las cuevas para expresar sus ideas. Luego
precisó la línea frotando las puntas medio quemadas de las ramas en su hoguera.
Había inventado algo fantástico.
Pero se olvidó de ello con las emergentes civilizaciones,
que trajeron escrituras
con barro, papiro, cera, pergamino, y el fabuloso papel.
Hasta que
los pastores de Borrowdale (Lake District, Inglaterra) encontraron en 1564 unas
piedras negras y untuosas que marcaban muy bien a sus ovejas.
La piedra era Grafito, una forma de Carbón, y lo malo es
que también manchaba muy bien sus manos. Inicialmente las forraron con cuerda,
luego las cortaron largas y finas para que fueran más cómodas (“Minas”). Dependiendo
de cómo las forraran, si es con madera hablamos del LÁPIZ, que fue antes (sobre 1560), o si es de metal del PORTAMINAS (1822).
Podemos
pensar en un porta-minas de tipo primitivo (foto de un porta-carboncillo actual)
consistente en un tubo contenedor con un extremo serrado abierto en pinza que
se aprieta con un casquillo. Cómodo de sujetar, no mancha, y además, permite
gastar toda la mina.
Pero una pinza así sujeta distinto dependiendo de hacia dónde
se fuerce la mina. Mejor contra el
metal, elástica hacia los cortes.
Se
mejoraron, haciendo las pinzas con precisión sobre unas minas de diámetros ”normalizados”
(cada fabricante las suyas), poniendo una rosca exterior en el cuerpo y
roscando en ella un casquillo desde la punta.
Ahora la mina quedaba perfectamente sujeta, sin holgura
posible, y con dos ventajas añadidas: primero, que la longitud del portaminas era
siempre la misma, a diferencia de los lápices que van disminuyendo y haciéndose
incómodos; segundo, que al poder ser fina la mina, no necesita afilarse, ganando
tiempo y 2/3 del grafito.
Estos
portaminas “de minas móviles” o “movibles” fueron muy usados durante la
época victoriana.

Portaminas “de calle” victorianos. Caballero, con
detalle de la pinza, y de señora, en plata.
Portaminas de despacho: A.W.Faber Alibert 5020 para
trabajos finos, y turco otomano
Pero los portaminas despegaron con fuerza al adoptarse
la “pinza de pínula” – traída de los tornos mecánicos y la relojería – actuada
por un pulsador contra muelle en un cuerpo simple.
¿Por qué? – porque resultaron la herramienta perfecta
para que los delineantes hicieran los borradores de los dibujos técnicos, y el
desarrollo industrial, el arquitectónico y la promoción precisaban de dibujos
técnicos.
Una
curiosidad: el delineante rota el portaminas según traza la línea contra la
regla, igualando el desgaste de la mina y maximizando la precisión. El
portaminas de abajo puede tener su zona “A” tan larga como queramos para que su
mano rote el cuerpo del portaminas libre y sin interferencias.
A su vez este portaminas “básico” de delineación era
barato de producir, y servía también como lápiz normal para hacer unos números,
o tomar un recado al teléfono.
Una mano
sujeta y pulsa, mientras se regula la mina suelta contra la mesa o su otra
mano. Soltando el pulsador, la mina queda fuertemente sujeta.
Se hicieron a millones, y cada fabricante tuvo
modelos para satisfacer cualquier requisito.
Arriba, dos modelos sin marca, uno de propaganda al
estilo lápiz, otro profesional económico. Siguiendo, un For Ever B5 estilo
lápiz, y terminando con tres excelentes modelos profesionales de reconocidas
marcas. Normalmente se suministran con clip, localizado alto para no molestar,
pero siempre se le puede retirar. La zona de agarre, plástica o metálica moleteada,
va en gustos.
Incluso,
en una época en que no había rotuladores ni pizarras blancas de oficina, los
portaminas efectuaban el cometido sobre grandes blocks de papel en caballetes.
Aquí presentamos otro For Ever y un Koh-I-Noor, con minas gruesas (5,8 mm) azul
y roja respectivamente:
Los dispositivos anteriores son los llamados PORTAMINAS SIMPLES.
Pronto se le añadieron adornos externos para aumentar su
atractivo y ventas, recordando que hablamos de un tiempo en el que aún no
existían los bolígrafos para anotaciones rápidas, y los portaminas asumían esa
función mucho más a menudo que las plumas. Veamos a continuación dos ejemplos:
ESTERBROOK, el gigantesco productor norteamericano de útiles
de escritura, tuvo desde su inicio todos los portaminas a juego con las plumas
que estuvieran en producción (tiene 4 entradas propias).Y añadimos una foto de dos de sus pínulas raras (de 5 y 4
dientes), y además muestran que, en el tema de los grosores de mina, ya lo
tenían liado…
PARKER es un fabricante más “noble” (y caro), que también
desde siempre ofreció los juegos de pluma y portaminas. Cuando llegó el
bolígrafo, lo añadió manteniendo al lápiz mientras tuvo su demanda. En cuanto a
mecanismos, los ha tocado todos. Mostramos una pareja de portaminas simples del
modelo “51”:
Pero el hecho de pulsar descuidadamente y que la mina se
cayera molestaba mucho, y los inventores buscaron ponerle un retenedor a la
mina, llevando finalmente al desarrollo del “Portaminas AUTOMÁTICO” o “de
REPETICIÓN”.
Hagamos
aparecer a un desconocido oportuno: Shernos.
Le invitamos sin que sea nada apoteósico. Simplemente tiene un diseño de
Leistenschneider en 1933 que abundó en el “copia-copia”
de éste mundillo, siendo probablemente él otro copiota más, con su “sombrero de
bombín” sobre el clip, alojando al pulsador.
La boquilla (sobre una pínula normal) está serrada y ligeramente aplastada, de
forma que fricciona la mina, sujetándola. Al pulsar, la mina frota, pudiendo
ya uno dedicarse al uso normal de escribir y gastarla para sacar más, y no
entretenerse en recoger minas del suelo.
El estilo tuvo un éxito colosal, y a continuación vemos
al “Boss” cuando ('34 ->) aún era
“uno del montón”.
MONTBLANC, mostrando sus modelos PIX: 72 G, 396 y 276:
Todos ellos tienen la boquilla serrada, y el 72 G
tiene la forma “de bombín” que antes hemos mencionado. Jens Rösler en su libro
“The Montblanc Diary & Collector’s
Guide” menciona al portaminas PIX (’34 al ’50) como un logro de gran éxito,
y de cómo se referían a la autorrecarga que incluyeron en el diseño (de 10
minas de 45 mm = 1,5 km escritos) con la siguiente caricatura:
De paso, el autor no se resiste a mostrar el
detalle bajo el clip del ejemplar PIX 276, que graba a fuego el haber sido
fabricado en España, cuando lo probable es que, a lo sumo, solo fuera montado
aquí.
Mostramos otra marca muchísimo menos conocida: la española
SORLI, todos con la boquilla serrada:
Y también con la boquilla serrada fue el francés JiF (aquí un modelo “F” en “Silvrix”, automático,
tamaño mediano), marca que tuvo un inmenso catálogo de portaminas ya antes de
ser (desde 1914) representante de Waterman para Francia, Bélgica y colonias, para
terminar (en 1971) reflotando la arruinada marca norteamericana.
Pero mientras tanto, el tema de los grosores de minas
había alcanzado proporciones babélicas (haremos una entrada específica). Europa,
junto con Asia, empezaron a estandarizar. Primero aparecieron los grosores de
0,9 mm, luego sucesivamente los de 0,7 mm y 0,5 mm y, tal vez pasándose mucho,
llegaron al 0,3 mm que es, por visualizarlo, como la pata de un mosquito.
Y con
ellos, a su vez apareció la versión definitiva del mecanismo que impera hoy,
desde los más baratos portaminas de promoción y estudiante, a los más nobles y
lujosos: se sustituyó la fricción de la boquilla serrada por un retenedor de goma.
En el corte esquemático “A”, la pínula está tensa hacia
arriba por el muelle, sujetando la mina al apretarse contra su anillo compresor
(deslizante dentro del cuerpo la distancia de propagación por pulsación
deseada de la mina). Al pulsar, avanza todo como un conjunto, desliza la mina
friccionando dentro del Retenedor,
hasta que el anillo compresor hace tope, se detiene (sección “B”), y la pínula
que sigue avanzando se abre liberando la mina, que no se cae por sujetarla el
retenedor. Al soltar, la pínula queda abierta mientras su anillo compresor
retrocede con ella hasta hacer tope arriba (sección “C”), y cerrar la pínula
que intenta seguir subiendo. Fin del ciclo.
Veamos un
mecanismo ultra-simple (Inoxcrom): la pínula aquí es plástica de dos pinzas, el
anillo compresor es el casquillo de latón, y el retenedor de la mina está
dentro de la boquilla plástica, por lo que hemos añadido la foto de otra
transparente (y que tiene una pínula metálica triple normal).
Otras marcas con el mismo mecanismo básico son:
PELIKAN, gigante de la industria de escritura, tiene
portaminas en todos sus modelos, ofreciéndolos en grosores de 0,5 y 0,7 mm.
Mostramos un “200” y un “450” de pulsador. Los modelos “nobles” (“600” y más) tienen
actuación por giro del capuchón.
CROSS. Aunque el mítico modelo Century - que debía ir necesariamente bien a la vista en el
bolsillo de todo “triunfador” (antes de ocurrir
Montblanc) - es un lápiz mecánico, la marca lo tiene también en portaminas.
Éste es en 0,5 mm, y de actuación por giro.
ÉLYSÉE fue una
marca de lujo que repetía los acabados entre sus modelos, causando bastante
confusión entre los coleccionistas, aparte de nombres bastante largos. Aquí mostramos
un “Línea 80 Diseño” en acabado Rondelle plateado, y un “En Vogue Línea 30” Laqué Lapis de
primera serie. Actuación siempre por giro.
(Nota:
Por alguna razón esotérica, las marcas han asumido, tanto en bolígrafos como
para portaminas, que la actuación por giro es de mayor y noble categoría que la de pulsador, pero veremos
en el párrafo final que es una falacia).
CARAN d’ACHE es una respetada marca suiza justo desde que sacó
el archifamoso modelo ECRIDOR, y del
que se han hecho reiteradas renovaciones (¡y copias!).
Bien establecida por su calidad, la marca tiene otros
muchos modelos, mostrando aquí un VARIUS
hexagonal en laca china (al que la foto de catálogo no hace justicia).
EVERSHARP, tras haber sido el líder absoluto en los lapiceros
mecánicos, tuvo una pérdida de mercado al mantener los cuerpos en ebonita sin
pasar al celuloide - igual que le pasó a Waterman - hasta recuperarse con el
modelo SKYLINE, con el que inició los
portaminas de la marca, continuando así con los modelos posteriores.
Skyline Modern Stripe, 1942-46
PARKER, del que
ya hemos hablado antes, es tal gigante que tiene de todo de cualquier cosa. Por
supuesto portaminas repetidores por docenas. Así que nos limitaremos a este Frontier en Dimonite Z.
FABER-CASTELL es como
hablarle a un padre de tener hijos. Sabe y mucho. Antes le hemos visto con los
portaminas simples y de minas movibles, y aquí con repetidores de minas de 0,7
mm, dos con boquilla triangular de alto agarre, con el “Grip Plus” negro que tiene una
goma de extracción por giro para poder guardarla y mantenerla limpia. El “Basic” en peral es económico y súper
ligero.
STAEDTLER, al que
también hemos visto antes, tiene su primer registro en 1662, y es hoy otro
gigante especialista en el dibujo técnico. En portaminas personales, tiene desde
productos de consumo en lineales de grandes superficies (MARS TRI), a aquél que vimos al explicar la sección del mecanismo (MARSMICRO 771), y a los MARS MICROGRAPH 770 con calidad profesional
(todos aquí con mina de 0,5 mm).

ROTRING se
especializó, sobre todo, en útiles de dibujo, fuera lineal, artístico o de
enseñanza, aparte de tener unas líneas de escritura y oficina. A éstos dos últimos
ramos pertenecen los excelentes Tikky II
de 0.7 mm (además en 0.35, 0.5, y 1.0), baratos, ligeros y cómodos, pero además
tiene otros muchos modelos.
PENTEL y PILOT, por poner aquí solo dos
ejemplos que no excluyan a Japón. Pero sus cantidades y calidades son
colosales.
Por
último, reseñar que existen mecanismos que hacen intercambiables las cargas de
bolígrafo (siempre que éste sea de giro), con los portaminas. Desde su salida a
la luz han tenido la consecuencia lógica de que muchos fabricantes hayan dejado
de tenerlos “formalmente” en su
catálogo (S.T. Dupont, por ejemplo), pero si ello es lo que se desea,
devolviendo amablemente la carga al vendedor, puede uno salir del
establecimiento con un portaminas.
Si, son de pulsador. Por muy “noble” que sea el giro. El mecanismo del bolígrafo que empuja hacia
abajo la carga al girar el capuchón, es el que ahora pulsa la zona superior justo la distancia “blanca”, mientras que las
“cargas” permanecen quietas atornilladas por su rosca. Click, click, automático
de repetición.
Miguel Huineman
Se agradece a D. J. Mª Palomo (Scribens) la colaboración
en la preparación de esta entrada.
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