Corro el riesgo de ser calificado de anatema, ¡pero son
buenas!
La
colección “V” empezó por unos “rollers” que parecen estilógrafos, y que tuvieron un éxito
fabuloso, tanto que pusieron el nombre “Pilot” en el mundo refiriéndose a
ellos.
Si nos fijamos en la punta del tubito, veremos que tienen una micro-bola sujeta por delante en un escalón del tubo, y por detrás en tres punciones del tubo.
Con los años y la fama, aparecieron unas mejoras “dignificantes”: se la decoró algo más atractiva, ¡y se dotó al plumín de un punto!
El plumín mereció llevar su espesor de punto grabado:
Y el alimentador, pese a su nueva línea central, es el antiguo que mantiene el extremo biselado que apenas esquivaba las puntas plegadas del plumín.
La “VPen” se llamó VARSITY en E.E.U.U. como muestra la siguiente imagen publicitaria:
Las similitudes son inmediatas y obvias. Tan solo el clip (que recuerda al de las X-Select) está en la tapa del capuchón biselada, y la elegancia francesa obligó a una decoración mínimamente mejorada.
Y la produjo en China. Con código de barras.
El plumín carecía de grabados, y en el plegado se castigaba la chapa estirándola mucho, aunque fue dotado de punto desde su inicio.
La sujeción también era por pestañas, aunque cuatro pequeñas en vez de dos grandes.
El diseño del extremo del tubo transparente y colector, cónicos, hacen que la “BIC” no sea “recargable”: no se puede extraer.
Son
un contrasentido. Una estilográfica ha significado siempre un objeto deseable,
caro, duradero y atesorable.
Y aquí aparece lo contrario: barato y destinado a ser basura
en cuanto deje de servir. Consumismo a tope.
Empezó todo con PILOT
(Japón) a finales de siglo, que inventó un colector gigantesco forrado de un
plástico transparente, que llamó “Sistema V”.
Y
llenó un gran volumen detrás de él de “Pura tinta líquida” (Pure Liquid Ink).
Se quedó tan a gusto. (¿Qué porquería de tintas impuras habrían hecho todos
antes, incluidos ellos mismos?).
Si nos fijamos en la punta del tubito, veremos que tienen una micro-bola sujeta por delante en un escalón del tubo, y por detrás en tres punciones del tubo.
Alta
tecnología. Si está suelta, derrama “pura tinta líquida”, si está prieta, no
rueda y no pinta.
Pues además es barato, dura
mucho, y luego se tira sin remordimientos.
Estos
“Pilot” fueron los V HI-TECPOINT, y
hubo variantes V5 y V7 en grosores 0,5 y 0,7.
Ha habido cantidad de
pseudo-modelos con el tiempo.
(Con los años, aparecieron
los “Begreen” a cartuchos…, un oxímoron perfecto: un desechable recargable).
Pero si
ya se ha empezado y la cosa tiene éxito, se continúa con los V ball, que es básicamente lo mismo: un
roller, pero la punta lo disfraza de bolígrafo.
Les cambiaron un poco la
fisionomía: clip y extremos redondeados, y siguieron con el trazo “calibrado”.
Ya puestos, sacaron
Fineliners (rotuladores de fibra), Highlighters (rotuladores de tintas diluidas
para realzar),..
¿A que ya se imaginan el
siguiente paso de Pilot?
Algo más gruesa que los
anteriores (1 cm de boquilla), pero manteniendo el concepto.
Al
extremo se le puso un plumín-alimentador de chapa gruesa y sujeción por pestañas, con punto plegado y bien pulido.
Sólo
va grabado “PILOT” y con un marcaje del agujero central (que no vale ni de
alivio de tensiones pues es rígido). También está “plegado” – no doblado – ya
que todo son aristas, y por espesor de la chapa el punto es “M”.
Precisamente el espesor del
punto (dos chapas), hace que tenga un bajo desgaste, y dure perfectamente toda
la inmensa carga de tinta.
El resto
de la pluma es “básico” (de mínimos): tubos plásticos formando cuerpo y
capuchón, clip plástico de arandela, dos tapones (que indican el color de la
tinta, 7 disponibles), el inmenso colector y su forro transparente que ejerce
de boquilla, y un visor en el cuerpo que permite ver la tinta interna remanente,
que aparenta ser eterna.
Como recordatorio de su
nimiedad, lleva xerigrafiado el código de barras que la sitúa en un lineal de
grandes almacenes.
Como con todas las series
“V”, con el uso los colectores van haciendo su labor y “colectando” la tinta
que llega del depósito en demasía, y se van cargando y perdiendo sus preciosos
costillares. Pero cumplen su labor, y el flujo es uniforme, tirando a húmedo.
Otra cosa magnífica es el
sellado del capuchón: pueden pasar añosss, que al abrirla estará lista para
escribir (ya quisiera S.T. Dupont…), que es lógico para un producto cargado de
fábrica que va pasar tiempo en almacenes y tiendas antes de funcionar.
Y un secreto: son
recargables. Cuando tras los kilómetros (muchos) de escritura el depósito
se agote, si el dueño no está hastiado, puede tirar con una goma del conjunto
plumín-alimentador (recomiendo que en la ducha), lavar el interior, y rellenarla
con su color favorito antes de volver a empujar todo en su sitio.
Con los años y la fama, aparecieron unas mejoras “dignificantes”: se la decoró algo más atractiva, ¡y se dotó al plumín de un punto!
El plumín mereció llevar su espesor de punto grabado:
Y el alimentador, pese a su nueva línea central, es el antiguo que mantiene el extremo biselado que apenas esquivaba las puntas plegadas del plumín.
La “VPen” se llamó VARSITY en E.E.U.U. como muestra la siguiente imagen publicitaria:
Pero tal éxito no podía
pasar inadvertido al rey y señor de los desechables de consumo: BIC.
Produjo
una pluma-copia-desechable algo mayor: más larga (14,3 frente a 13,4 cm
cerrada), más gruesa (10,4 frente a 10 mm la boquilla), más pesada (12,3 frente
a 9,4 gr llenas, aprox.), y con algo más de tinta.Las similitudes son inmediatas y obvias. Tan solo el clip (que recuerda al de las X-Select) está en la tapa del capuchón biselada, y la elegancia francesa obligó a una decoración mínimamente mejorada.
Y la produjo en China. Con código de barras.
El plumín carecía de grabados, y en el plegado se castigaba la chapa estirándola mucho, aunque fue dotado de punto desde su inicio.
La sujeción también era por pestañas, aunque cuatro pequeñas en vez de dos grandes.
El diseño del extremo del tubo transparente y colector, cónicos, hacen que la “BIC” no sea “recargable”: no se puede extraer.
La tinta era de un
negro-grisáceo, menos densa que la Pilot.
Pero
tenía un defecto: el plástico era peor. El del capuchón se rajaba, perdiendo
bastante su capacidad de cierre por click, debiéndose insistir hasta – con
suerte – conseguirlo.
Asimismo, si se gusta de
montar el capuchón en la contera para escribir, el color se raspa y afea.
Se vendía en “blisters” de a
dos, y en la trasera promocionaba que con ella “se acababa el sucio relleno de las plumas”. Para ser el dueño de
Sheaffer… ¡afortunadamente no produjo pipas desechables!
Existe otra pluma desechable
en USA, la THORNTON’S NOVICE, pero
aquí no la conocemos. Las reseñas sobre ella no suelen ser entusiastas.
Tras lo anterior, y siendo
usuarios y coleccionistas de estilográficas, la pregunta es: ¿y esto merece?
Como
con todo, depende. Si lleva Vd. una serie limitada hasta en sus excursiones de
trekking, y disfruta de tener siempre una de sus plumas favoritas para escribir
cualquier apunte, pues no.
Pero si no acaba de gustarle
una mina de lápiz 2B para anotar un producto de la compra o un dato al
teléfono, y prefiere la densa línea de pluma, lo mismo puede probar una, y
dejársela a cualquiera (niños incluidos), o perderla en el Rastro.
Miguel Huineman
Se agradece a J.Mª Palomo
(“scribens”) haber suministrado varios productos Pilot.
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