PLUMINES 11 - Plumines Rígidos


Si hay plumines flexibles, igual hay plumines rígidos. Los “clavos”.

Sabemos que en los años ’20 la máquina de escribir revolucionó la sociedad, y trajo consigo el papel de calco, con lo que todo empezó a pedirse por triplicado, y se los exigió firmados.
El plumín flexible fracasó, incapaz de ejercer la presión necesaria sin colapsar, naciendo, fruto de la necesidad, los plumines rígidos,  que se fabricaron haciendo justo lo contrario que para los flexibles.

Sheaffer produjo en 1921 los plumines “Lifetime”, más gruesos (e.d. más caros), y les aplicó para compensar un símbolo de garantía: el “Punto Blanco” (que se refería solo a ellos y no al resto de la pluma, o también, o a nada, dependiendo de la época).

Después sacó los “Triumph”, aquí llamados “de dedal”, con un diseño tubular que si bien los rigidiza muchísimo, también los hizo tener mucho oro, y por tanto ser caros.

Cuando sacaron el plumín romboidal “Inlaid” (PFM, Targa, Imperial, Legacy e Intrigue), también fue muy firme: antes se arrancaba del plástico que flexar.



 Parker, por igual necesidad, produjo rígidos la mayoría de los Duofold, famosos por ser “puntas de dardo” (que tras la tirada podían ir apuntando la puntuación).

Cuando salió la Vacumatic, volvió a introducir los flexibles, pero es notorio que muchos usuarios los espachurraban y sustituían por Duofold. Cuando salió la “51” se acabó la disyuntiva: rígidos para todos. Desde entonces su oferta ha sido firme, a lo más que llegan es a un ligero “flex”.


Esterbrook, en su enorme catálogo de plumines intercambiables “Renew-Point”, tenía una mayoría de “Rigid” y “Firm”.


Eversharp, que tenía predilección por los flexibles, produjo el plumín ajustable para sus “Doric”.
La idea fue tener un plumín “flexible-a-gusto” para escritura y, a la hora de firmar documentos triplicados, avanzar la corredera hacia el punto, bloqueando la flexión de los gavilanes. No duró mucho, realmente era un despropósito complicar tanto, y más si al ajustar se podían manchar los dedos.


Cross inventó el rígido estilógrafo (sustituyendo el plumín por un tubito), que fue ampliamente copiado (Onoto, Swan, Montblanc, Kaweco, Ink-O-Graph, etc), y especialmente por Rotring con su “Tintenkuli”, que derivó en el “Rapidograph” para dibujo técnico, que fue evolucionando, y a su vez copiado por todos.

Rotring: Tintenkuli

Taylorix (1921-99) fue una empresa alemana de regulación de procedimientos de oficina, fundamentalmente de los años 50’s y 60’s, que ofrecía productos para contabilidad, facturación y secretariado, aprovisionándose de varias marcas, entre las que estaba Pelikan. Sus plumines para hacer copias con papel carbón estaban diseñados para ser muy rígidos y estaban además endurecidos.
Plumín en una Taylorix 6-JG DM
Hoy, tras la aceptación universal del bolígrafo como “el instrumento de escritura”, las marcas de estilográficas juegan a ganador: ofrecen plumines rígidos que soporten la misma carga, y los dotan de un punto “amplio”, mientras cuidan de su pulido para que rasque lo menos posible.

Dentro de las marcas actuales, tres se distinguen por sus excelsos plumines “clavos”: Montegrappa, S.T. Dupont, y Waterman.
S.T. Dupont es la más acendrada, y de ella destacan entre los más rígidos existentes los plumines tubulares de sus “Montparnasse”, “Saint Germain” y “Gatsby”. Eso si, todos súper-suaves.
Pero son lo necesario para la demanda actual: suaves y rápidos de trazo.



Miguel Huineman

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